Medidas de adaptación: Gestión forestal para la reducción del riesgo de incendio en Requesens, Cataluña

Uno de los objetivos principales del proyecto LIFE MIDMACC es la implementación y el seguimiento de diferentes medidas de gestión del paisaje que mejoren la adaptación al cambio climático y el desarrollo socioeconómico de la media montaña. Una de esas medidas de adaptación es la aplicación de gestión forestal para la prevención del riesgo de incendio y su mantenimiento con ganadería extensiva, que se realizan en dos zonas de estudio, en Aragón y en Cataluña.

En Cataluña, esta experiencia piloto se está realizando en un encinar del Paraje Natural de Interés Nacional de la Albera, en la finca de Requesens, la Jonquera (Girona). Se ha escogido esta localización por varias razones: el encinar es una de las especies más representativas de la media montaña Mediterránea costera;  la zona es altamente vulnerable al riesgo de incendios y en el incendio del Alt Empordà de 2012 se quedó a las puertas de quemarse gracias a un cambio de viento; apenas se ha realizado gestión forestal en los últimos 50 años; y la facilidad de acceso e interés y disponibilidad de la propiedad.

La experiencia piloto se ha realizado en una parcela de una hectárea de encinar. La gestión se ha realizado siguiendo los criterios del Plan Técnico de Gestión y Mejora Forestal (PTGMF), se ha reducido la densidad de encinas dejando los ejemplares más grandes, rectos y dominantes, abriendo la fracción de cabida cubierta en un 50% aproximadamente. Se ha cortado el sotobosque, retirado los troncos y las ramas, y eliminado los restos de corta. A continuación, se ha realizado una siembra a voleo de una mezcla de semillas que permita recuperar el pasto en la zona de encinar.

Además de esta actuación de gestión forestal, y con el objetivo de mejorar el rendimiento económico de la finca y su sostenibilidad futura, se ha recuperado un antiguo campo de pastos, de unas tres hectáreas de superficie. En este campo se ha eliminado el matorral y algunos árboles aislados, se han recuperado las terrazas, se ha realizado un arado superficial del suelo y   una siembra directa mecanizada con una mezcla tipo  P3 (dáctilo, raigrás inglés, raigrás italiano, trébol blanco) junto con festuca alta. Además, se ha recuperado una zona de terrazas de aproximadamente dos hectáreas, en un punto estratégico de Gestión (PEG) dentro de la zona de actuación prioritaria (ZAP). Es esta zona se ha realizado una siembra a voleo con una mezcla de raigrás, dáctilo y alfalfa.

Las siguientes imágenes han sido tomadas en febrero de 2020, y se puede observar el estado de las tres parcelas. Una vez establecido el pasto y listo para la entrada del ganado, estas parcelas se dividirán en diferentes sub-parcelas donde se realizarán diferentes ensayos en función del número de vacas y de días que permanezcan en ellas, realizando el seguimiento de una serie de indicadores y variables a lo largo de 4 años. Este seguimiento nos permitirá evaluar por un lado, en un futuro, si las actuaciones realizadas reducen la vulnerabilidad del encinar a los impactos del cambio climático. Por otro lado, nos permitirá evaluar qué tipos de actuaciones y de manejo del ganado ayuda a mejorar la rentabilidad y sostenibilidad de la finca a corto y medio plazo.